lunes, 27 de febrero de 2012

Marea de coleguismo

He descubierto algo que no me gusta nada de la universidad:
no se hacen amigos.

No es nada nada fácil encontrar amigos. Colegas, todos los que quieras, tienes oportunidades a patadas. Pero amigos...
Se acaban formando los grupos. Acabas en uno o dos grupos medianamente definidos, muchos porque coincidían en las mismas clases, se conoce a uno, a otro, ellos dos se ve que se conocían también... pues aparece el grupito de buen rollo, y al salir de clase son los primeros a los que se llama para quedar en grupo.
Da igual que empieces yendo con uno solo, que pases mucho tiempo y vayas tomando confianza, llegarán unos colegas y la amistad que se podía haber forjado se diluye en un mar de coleguismo. Hay demasiada gente agradable como para centrarse en uno solo (?) y alfinal las conversaciones se quedan en charla superficial.

Hay gente que usa la palabra muy rápido, pero yo en Salamancia aún no tengo amigos. El que más posibilidades tenía de acabar llamándose así cada vez va incluso perdiendo puntuación.

Dirán muchos padres lo que quieran de Internet, pero el 90% de las amistades que tengo y he tenido empezaron a forjarse siempre allí, aunque fuesen de la misma ciudad. En una conversión de msn a la que dediques atención, mientras lees y escribes no existe nadie más.

martes, 14 de febrero de 2012

Agradecimiento, compromiso (y chocolate!)

¿Sabéis dónde escribo?
En el día 23 de una agenda del año pasado, comiendo tarta de chocolate, solo, en un bar medianamente tranquilo, a las 23:11, a -2'3º en el exterior. [23... tuve hace tiempo una manía con ese número, la casualidad de verlo en todas partes. De estas de hoy, 2/3 son casualidad]
Mi ultima noche en Burgos la paso despidiéndome de Burgos... Cualquiera diría que es triste, y lo es, pero estoy contento y con una sonrisa en los labios...

Lo que tiene que hacer uno para encontrar inspiración para escribir una entrada de blog atrasada ¿eh?

En fin, esta entrada que nunca sabía por dónde empezar ni cómo continuar decentemente, está dedicada. (Espero que estas entradas dedicadas no den celos a nadie xD)

Iré directo al grano. Puede que alguno de los mencionados se sorprenda.

Este agradecimiento va para cuatro: Aaron Díaz, autor de mi webcomic favorito; un auténtico lobo; una tigresa ártica ((¡que para mi siempre será peliazul natural!)) y... a ella no puedo mencionarla sin rodeos..: María Sanz León (Para abreviar, Lobo, Tigresa y León. Wiii! parece un zoo 8D)

[Hmmm... Esta tarta de chocolate tiene un sabor de fondo que no logro adivinar... ¡pero me encanta!]

Se trata de personas que conozco o bien más o bien menos, ya sea su persona o su trabajo.
Y qué decir de ellos... lo básico es que son una enorme fuente de inspiración para mi. Son capaces de perseguir sus sueños y llevar a buen fin sus proyectos... Yo siempre siempre me he ido quedando a medias, en todo... ¡ni siquiera era capaz de terminarme videojuegos!

Del autor y su comic hablaré con calma en otra entrada, hay demasiado que decir.
Tanto la tigresa como el lobo son personas extraordinarias, en todo el significado de la palabra. Cada vez que hablo con ella cara a cara acabo completamente motivado, con ganas de hacer las cosas bien y comerme el mundo (hablando de comer ¡tarta!... Creo que el sabor ese de fondo es anís... curioso, no suele gustarme el anís xD). Cada vez que hablo con él aprendo algo de él, y algo de mi mismo o que desarrolla aún más mi forma de ver el mundo.


León es a quien menos conozco, pero tengo buena intuición con las personas. Cada vez que la conozco algo más aunque solo sea a través de su blog, o incluso sus trabajos de fotografía (se dice que no hay que fiarse de las apariencias, pero si sabes observar, en fotografías se puede descubrir mucho de una persona), me parece más una persona fuera de lo común, con gran taleto e iniciativa, alguien a quien merece la pena conocer.

Aquí otro de mis proyectos que nunca llevo a cabo, ir a Madrid donde podría conocerla en persona.
Cada vez que ocnozco más a estas persoans o hablo en serio con ellas recibo una inyección de motivación enorme. Desgraciadamente suele disiparse tras uno o dos días...Pero de cada una algo tuvo que quedar, y siento el cambio. Prometo reunir toda la inercia que haya quedado y moverme de verdad. Me toca aprender, trabajar, entrenar las destrezas de mi cuerpo y que mi mente deje de ser solo mi centro apara ser mi guía.
Quiero alcanzar lo que quiero ser, y que la próxima vez que me vean (y cuando vaya a Madrid) tengan delante a alguien con quien merezca la pena tratar y compartir...


Y... debería repetir lo de alejarme del mundo para escribir... y alguna vez a lo grande... ¿Una semana? ¿Una ciudad nueva? (tarta!) y un cuaderno en blanco que llenar... Algún día, lo prometo.

[Pd: Felicidades para Midori =)]

sábado, 4 de febrero de 2012

No dan más de sí, salvo monotonía

Mil perdones por mi reciente pérdida de ritmo. Mal, mal, mal.
Tras los exámenes he venido una semana a las tierras árticas de Burgos que dejé atrás al comenzar este curso. Vine a ver a aquellos que nunca dejaré realmente atrás y... a algunos más que me dicen que venga a verles...

Mi desencanto por el mundo "real" esta aumentando precisamente estos días. De momento estoy teniendo más desencantos que luminosos reencuentros (el marcador está en 3 a 2).
Me he chocado con la árida y gris pared de la... ¿normalidad? Debe ser... Es dolorosamente, aburridamente y frustrantemente monótona y normal.

Al regresar me he topado con gente a la que le da miedo y/o pereza salirse de las cómodas normas de la normalidad (normas, normalidad... hasta después de escribirlo no me fijé en la relación).
"¿Recorrer medio Burgos andando para ir a un restaurante? Estáis mal de la cabeza." (Ya mal de la cabeza aún sin contar conque hacían -5ºC) "¿Salir a al calle con el frío que hace para verte tras medio año? Suficiente frío pasaré esta noche cuando vaya de fiesta" "No digas bobadas, esas no son horas de quedar" "Pues no me gusto la película, es que... es rara"

¿Es locura todo lo que sale de la normalidad? ¿Es inapropiado si se sale de lo habitual? ¿Es malo si es más tétrico de lo que estás acostumbrado de ver? ¿Es poco serio o infantil solo por querer volar libre negando la lógica un rato?
Gente cerrada a la normalidad. La hay estúpida y desagradable, pero también la hay agradable y encantadora. Estos se merecen mi simpatía y mis mejores deseos, pero yo no me merezco convertir mi tiempo en vacuo por ellos.
Hay conversaciones que te hacen crecer, o levantarte, o incluso volar. Hay otras que simplemente se dedican a dar un par de vacías vueltas a temas triviales al igual que mientras le das vueltas a los cubitos de hielo en tu vaso. Hablas de lo mal que va la economía, pones verde al vecino de turno, criticas al Papa y al político del día, acabas hablando del tiempo y el temporal...
Se pasa una tarde sin que luego permanezca nada provechoso y enriquecedor en tu memoria. Los cubitos de hielo se han derretido, el sabor del refresco se marchó hace rato de tu boca.

Dedicar tardes a personas con las que al final solo pasa eso... un par de veces está bien, pero si ellos han dado ya de sí en toda su normalidad, los encuentros se tornan pasatiempos compartidos, al terminar puedes tachar un día más del calendario, continúa con esos encuentros y da la bienvenida a la rutina.
Quien no ve apropiado aventurarse más allá de los límites de la normalidad, llegado ese límite no dará más de sí, salvo monotonía.



[Al terminar de escribir recordé este artículo que leí hace días y estaba deseando compartir.
No ols olvideis de que hay un botón al final para pasar a la página 2. Merece la pena leerlo, y... obviamente sabeis cuál es mi elección...
Salir con chicas que no leen/Salir con chicas que leen ]