jueves, 7 de junio de 2012

Curiosos ejemplos...

El personaje que más admiro y de mis mayores ejemplos a seguir es un asesino caníbal.
...
Ya está dicho, sin pelos en la lengua. Aunque seguro que asustaría menos que haber puesto que se trata de Belén Esteban.

Hannibal. Doctor Hannibal Lecter. Hannibal el caníbal. "Capaz de las más inimaginables vilezas y de los gestos más sublimes"
(Caracterizado por Anthony Hopkins y con la imponente voz del doblaje. La cara y la voz que llevan el personaje del escritor Thomas Harris a la perfección en las tres películas).

Que me guste el personaje, aceptable y comprensible, pero ¿ponerlo como modelo a seguir? Pues sí. He visto que tiene mucho de lo que merece la pena aprender. (No os alarméis, no tengo intención de imitarle en cuestiones gastronómicas.)

Acabo de terminar de leer, a las tres y media de la mañana, la novela Hannibal (que se corresponde con la tercera película), lo que me ha permitido conocer mucho más de cerca al personaje.
Amplios conocimientos de cultura clásica, literatura, la mente humana y otros ámbitos, y la sabiduría para saber usarlos adecuadamente; autoconfianza y autodominio (tanto mental como corporal) que le permiten obrar con decisión, precisión, limpieza y eficacia en todo lo que hace; dotes artísticas; elegancia y distinción, lo cual se consigue sobre todo con personalidad más que con dinero para ropa cara (aunque por sus fortunas escondidas él se lo permite); un buen gusto selectivo por el que se percata y disfruta de detalles a la vista de todos que pasan desapercibidos a la mayoría.

Por último, otro elemento que aparece tan solo en la novela. En cuanto lo leí me levante de inmediato para buscar información al respecto. Buena parte de sus aptitudes intelectuales están tan desarrolladas gracias al uso que hace de un complejo sistema mnemotécnico (memorístico) conocido como "palacio de la memoria". En la novela se habrá exagerado y fantaseado bastante pero... seguro que merece la pena intentarlo.
Consiste en la recreación mental de un lugar personal, dividido de habitaciones. Tu propio palacio, con objetos que llenan las decenas de variadas habitaciones. A esos objetos y lugares se asocian los recuerdos que se quieren anclar.


Para Lecter es algo más. Habiendo pasado 8 años encerrado en una celda de manicomio, su palacio mental es también su lugar de evasión, donde pasear rodeado de recuerdos, olores y sensaciones agradables. Lo utiliza también como sistema para alejar el dolor físico.

Para mí, con mi afán por crear y desarrollar la imaginación... será un delicioso reto que comenzaré a investigar este mismo verano.

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