martes, 19 de marzo de 2013

Si te cuesta levantarte cada mañana al despertar es que vez más razones para vivir durmiendo que para ponerme en pie.




Llevo un par de meses en los que los días que logro levantarme con el despertador son, más que escasos, casi milagrosos, incluso teniendo que ir a clase... Es una de esas épocas en las que uno desearía hibernar una temporada. Estando despierto no encuentro libertad de acción porque ninguna de las opciones posibles son una buena elección. Hace años me despertaba cada mañana a las cinco y media de la madrugada, luchando contra unos perezosos párpados y la luz cegadora para sentarme al ordenador y escribir hasta la hora de ir al colegio. Hoy necesito estar enganchado a algún videojuego para tentarme a poner los pies en el suelo. Tengo ganas de poder retomar el timón y que peda llenar cada día de motivos para ponerme en pie y trabajar.

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