Si te cuesta levantarte cada mañana al despertar es que vez más razones para vivir durmiendo que para ponerme en pie.
Llevo un par de meses en los que los días que logro levantarme con el despertador son, más que escasos, casi milagrosos, incluso teniendo que ir a clase... Es una de esas épocas en las que uno desearía hibernar una temporada. Estando despierto no encuentro libertad de acción porque ninguna de las opciones posibles son una buena elección. Hace años me despertaba cada mañana a las cinco y media de la madrugada, luchando contra unos perezosos párpados y la luz cegadora para sentarme al ordenador y escribir hasta la hora de ir al colegio. Hoy necesito estar enganchado a algún videojuego para tentarme a poner los pies en el suelo. Tengo ganas de poder retomar el timón y que peda llenar cada día de motivos para ponerme en pie y trabajar.
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martes, 19 de marzo de 2013
sábado, 7 de abril de 2012
Tiempo y oro
El blog está tomando un rumbo extraño desde hace tiempo. Iba a tener siempre un estado entre positivo y neutral, ¿por qué ahora solo decae en negatividad?
Seré breve para no urgar más. Mi reflexión de los últimos días:
Quedar con alguien cada vez me merece menos la pena. Pasar el rato con gente por pasar el rato me deja un sabor de boca a tiempo puede estar bien, pero necesito ver sonrisas, y almas en los ojos de las personas. (Gente, Personas, para mí hay mucha diferencia)
Quedar ya solo me sienta bien si se da al menos uno de tres hechos:
-He ayudado a alguien.
-He aprendido algo, o de mi mismo, o del mundo, o de alguien que merezca la pena.
-Y sobre todo: si al despedirnos, sé que él/ella estará pensando al menos un rato en mí y en esa tarde.
Tachar de la lista de tareas del día, resetear pensamientos y continuar con la siguiente.
Me merece más la pena estar solo en casa.
Seré breve para no urgar más. Mi reflexión de los últimos días:
Quedar con alguien cada vez me merece menos la pena. Pasar el rato con gente por pasar el rato me deja un sabor de boca a tiempo puede estar bien, pero necesito ver sonrisas, y almas en los ojos de las personas. (Gente, Personas, para mí hay mucha diferencia)
Quedar ya solo me sienta bien si se da al menos uno de tres hechos:
-He ayudado a alguien.
-He aprendido algo, o de mi mismo, o del mundo, o de alguien que merezca la pena.
-Y sobre todo: si al despedirnos, sé que él/ella estará pensando al menos un rato en mí y en esa tarde.
Tachar de la lista de tareas del día, resetear pensamientos y continuar con la siguiente.
Me merece más la pena estar solo en casa.
lunes, 19 de marzo de 2012
Magia
En mi humilde reflexión tras tantos años labrada:
La mayor diferencia entre "animales" (salvajes, no hablaré de los domésticos) y los seres humanos no es la capacidad de crear cosas, de honrar a los muertos, de tener religión, de.. comunicarse...
La verdad, creo, se acercaría más a la frase "el hombre es el único animal que come sin tener hambre y bebe sin tener sed".
La gran diferencia es que el hombre en estas sociedades tiene mucho tiempo para aburrirse, y es un tiquismiquis que no soporta aburrirse.
El hombre es capaz de crear maravillas, y no hablo de nada material.
La magia existe desde que se empezó a creer en ella, antes ningún ser la mencionó (que sepamos :3).
Toda la vida se ha hablado del famoso sentido de la vida. Miles y miles de generaciones han desaparecido sin que este "se haya resuelto"... a todos aquellos ya no parece que les importe mucho al fin y al cabo.
Millones de personas profesan una religión de la que han nacido rodeados en su cultura, asegurando que es la única verdadera. [Nota: no quiero referirme a todos los creyentes, sino a los que no se han planteado el por qué lo son, simplemente lo dan por hecho].
Esto de crear cosas superiores (y sentirnos con ello superiores al resto de especies sin capacidad de tener una religión (y que de hecho quien nos creo los hizo solo para servirnos de ellos [por favor, nótese el tono irónico]))... reinicio la frase...
Eso de imaginar cosas superiores a este mundo, nuestro propio sentido de la vida, nuestra razón para dejar de torturarnos con la pregunta "¿pero que coj**** hago yo aquí .-.?", nuestra motivación para levantarnos por la mañana y no suicidarnos por mero aburrimiento... Está genial, es todo un arte, lo aplaudo [por favor, pero que sea algo a vuestro alcance, que sea motivo de actuar, no una excusa del estilo "es que soy así, es lo que está predicho para mí por unas estrellas a las que les importo un bledo", es menos absurda la elección del suicidio por aburrimiento]
Me voy por las ramas... lo dicho: es todo un arte y lo apruebo, siempre y cuando se haga con cabeza y no por pereza...
Lo que aborrezco es que la ilusión se transforme en norma... Convertir lo personal en social normalizando las creencias y decidir por mayoría cual es válida y cual no. Sentirte ofendido, instar, tratar e incluso juzgar a los demás a partir de tu creencia cuando debería ser una guía solo para ti. Matar la ilusión para transformarla en obviedad, matar la fantasía y el sentimiento para transformarlo en algo presuntamente evidente.
Hablo de religiones, y hablo de "madurez". Madurez impuesta como dejar de creer en las fantasías que te sirven para vivir, cuando debería ser madurez de creer en ti mismo y en las consecuencias de tus elecciones...
En lo que yo más creo es en que soy demasiado insignificante como para que importe lo que crea o deje de creer...
Y es una postura válida el por ello no creer, pero acabé aburrido y elegí creer en algo que para mí tiene sentido. Algo que sé que es ficción (si está sacado de una novela escrita hace unos pocos años...), pero con suficiente fuerza como para esforzarme en que dentro de mí sea algo real.
Porque a mi me hace sentir importante y me guía durante el día, y porque cuando no queden días para mí, a nadie importará y nada habrá sido dañado...
La mayor diferencia entre "animales" (salvajes, no hablaré de los domésticos) y los seres humanos no es la capacidad de crear cosas, de honrar a los muertos, de tener religión, de.. comunicarse...
La verdad, creo, se acercaría más a la frase "el hombre es el único animal que come sin tener hambre y bebe sin tener sed".
La gran diferencia es que el hombre en estas sociedades tiene mucho tiempo para aburrirse, y es un tiquismiquis que no soporta aburrirse.
El hombre es capaz de crear maravillas, y no hablo de nada material.
La magia existe desde que se empezó a creer en ella, antes ningún ser la mencionó (que sepamos :3).
Toda la vida se ha hablado del famoso sentido de la vida. Miles y miles de generaciones han desaparecido sin que este "se haya resuelto"... a todos aquellos ya no parece que les importe mucho al fin y al cabo.
Millones de personas profesan una religión de la que han nacido rodeados en su cultura, asegurando que es la única verdadera. [Nota: no quiero referirme a todos los creyentes, sino a los que no se han planteado el por qué lo son, simplemente lo dan por hecho].
Esto de crear cosas superiores (y sentirnos con ello superiores al resto de especies sin capacidad de tener una religión (y que de hecho quien nos creo los hizo solo para servirnos de ellos [por favor, nótese el tono irónico]))... reinicio la frase...
Eso de imaginar cosas superiores a este mundo, nuestro propio sentido de la vida, nuestra razón para dejar de torturarnos con la pregunta "¿pero que coj**** hago yo aquí .-.?", nuestra motivación para levantarnos por la mañana y no suicidarnos por mero aburrimiento... Está genial, es todo un arte, lo aplaudo [por favor, pero que sea algo a vuestro alcance, que sea motivo de actuar, no una excusa del estilo "es que soy así, es lo que está predicho para mí por unas estrellas a las que les importo un bledo", es menos absurda la elección del suicidio por aburrimiento]
Me voy por las ramas... lo dicho: es todo un arte y lo apruebo, siempre y cuando se haga con cabeza y no por pereza...
Lo que aborrezco es que la ilusión se transforme en norma... Convertir lo personal en social normalizando las creencias y decidir por mayoría cual es válida y cual no. Sentirte ofendido, instar, tratar e incluso juzgar a los demás a partir de tu creencia cuando debería ser una guía solo para ti. Matar la ilusión para transformarla en obviedad, matar la fantasía y el sentimiento para transformarlo en algo presuntamente evidente.
Hablo de religiones, y hablo de "madurez". Madurez impuesta como dejar de creer en las fantasías que te sirven para vivir, cuando debería ser madurez de creer en ti mismo y en las consecuencias de tus elecciones...
En lo que yo más creo es en que soy demasiado insignificante como para que importe lo que crea o deje de creer...
Y es una postura válida el por ello no creer, pero acabé aburrido y elegí creer en algo que para mí tiene sentido. Algo que sé que es ficción (si está sacado de una novela escrita hace unos pocos años...), pero con suficiente fuerza como para esforzarme en que dentro de mí sea algo real.
Porque a mi me hace sentir importante y me guía durante el día, y porque cuando no queden días para mí, a nadie importará y nada habrá sido dañado...

lunes, 27 de febrero de 2012
Marea de coleguismo
He descubierto algo que no me gusta nada de la universidad:
no se hacen amigos.
No es nada nada fácil encontrar amigos. Colegas, todos los que quieras, tienes oportunidades a patadas. Pero amigos...
Se acaban formando los grupos. Acabas en uno o dos grupos medianamente definidos, muchos porque coincidían en las mismas clases, se conoce a uno, a otro, ellos dos se ve que se conocían también... pues aparece el grupito de buen rollo, y al salir de clase son los primeros a los que se llama para quedar en grupo.
Da igual que empieces yendo con uno solo, que pases mucho tiempo y vayas tomando confianza, llegarán unos colegas y la amistad que se podía haber forjado se diluye en un mar de coleguismo. Hay demasiada gente agradable como para centrarse en uno solo (?) y alfinal las conversaciones se quedan en charla superficial.
Hay gente que usa la palabra muy rápido, pero yo en Salamancia aún no tengo amigos. El que más posibilidades tenía de acabar llamándose así cada vez va incluso perdiendo puntuación.
Dirán muchos padres lo que quieran de Internet, pero el 90% de las amistades que tengo y he tenido empezaron a forjarse siempre allí, aunque fuesen de la misma ciudad. En una conversión de msn a la que dediques atención, mientras lees y escribes no existe nadie más.
no se hacen amigos.
No es nada nada fácil encontrar amigos. Colegas, todos los que quieras, tienes oportunidades a patadas. Pero amigos...
Se acaban formando los grupos. Acabas en uno o dos grupos medianamente definidos, muchos porque coincidían en las mismas clases, se conoce a uno, a otro, ellos dos se ve que se conocían también... pues aparece el grupito de buen rollo, y al salir de clase son los primeros a los que se llama para quedar en grupo.
Da igual que empieces yendo con uno solo, que pases mucho tiempo y vayas tomando confianza, llegarán unos colegas y la amistad que se podía haber forjado se diluye en un mar de coleguismo. Hay demasiada gente agradable como para centrarse en uno solo (?) y alfinal las conversaciones se quedan en charla superficial.
Hay gente que usa la palabra muy rápido, pero yo en Salamancia aún no tengo amigos. El que más posibilidades tenía de acabar llamándose así cada vez va incluso perdiendo puntuación.
Dirán muchos padres lo que quieran de Internet, pero el 90% de las amistades que tengo y he tenido empezaron a forjarse siempre allí, aunque fuesen de la misma ciudad. En una conversión de msn a la que dediques atención, mientras lees y escribes no existe nadie más.
sábado, 4 de febrero de 2012
No dan más de sí, salvo monotonía
Mil perdones por mi reciente pérdida de ritmo. Mal, mal, mal.
Tras los exámenes he venido una semana a las tierras árticas de Burgos que dejé atrás al comenzar este curso. Vine a ver a aquellos que nunca dejaré realmente atrás y... a algunos más que me dicen que venga a verles...
Mi desencanto por el mundo "real" esta aumentando precisamente estos días. De momento estoy teniendo más desencantos que luminosos reencuentros (el marcador está en 3 a 2).
Me he chocado con la árida y gris pared de la... ¿normalidad? Debe ser... Es dolorosamente, aburridamente y frustrantemente monótona y normal.
Al regresar me he topado con gente a la que le da miedo y/o pereza salirse de las cómodas normas de la normalidad (normas, normalidad... hasta después de escribirlo no me fijé en la relación).
"¿Recorrer medio Burgos andando para ir a un restaurante? Estáis mal de la cabeza." (Ya mal de la cabeza aún sin contar conque hacían -5ºC) "¿Salir a al calle con el frío que hace para verte tras medio año? Suficiente frío pasaré esta noche cuando vaya de fiesta" "No digas bobadas, esas no son horas de quedar" "Pues no me gusto la película, es que... es rara"
¿Es locura todo lo que sale de la normalidad? ¿Es inapropiado si se sale de lo habitual? ¿Es malo si es más tétrico de lo que estás acostumbrado de ver? ¿Es poco serio o infantil solo por querer volar libre negando la lógica un rato?
Gente cerrada a la normalidad. La hay estúpida y desagradable, pero también la hay agradable y encantadora. Estos se merecen mi simpatía y mis mejores deseos, pero yo no me merezco convertir mi tiempo en vacuo por ellos.
Hay conversaciones que te hacen crecer, o levantarte, o incluso volar. Hay otras que simplemente se dedican a dar un par de vacías vueltas a temas triviales al igual que mientras le das vueltas a los cubitos de hielo en tu vaso. Hablas de lo mal que va la economía, pones verde al vecino de turno, criticas al Papa y al político del día, acabas hablando del tiempo y el temporal...
Se pasa una tarde sin que luego permanezca nada provechoso y enriquecedor en tu memoria. Los cubitos de hielo se han derretido, el sabor del refresco se marchó hace rato de tu boca.
Dedicar tardes a personas con las que al final solo pasa eso... un par de veces está bien, pero si ellos han dado ya de sí en toda su normalidad, los encuentros se tornan pasatiempos compartidos, al terminar puedes tachar un día más del calendario, continúa con esos encuentros y da la bienvenida a la rutina.
Quien no ve apropiado aventurarse más allá de los límites de la normalidad, llegado ese límite no dará más de sí, salvo monotonía.

[Al terminar de escribir recordé este artículo que leí hace días y estaba deseando compartir.
No ols olvideis de que hay un botón al final para pasar a la página 2. Merece la pena leerlo, y... obviamente sabeis cuál es mi elección...
Salir con chicas que no leen/Salir con chicas que leen ]
Tras los exámenes he venido una semana a las tierras árticas de Burgos que dejé atrás al comenzar este curso. Vine a ver a aquellos que nunca dejaré realmente atrás y... a algunos más que me dicen que venga a verles...
Mi desencanto por el mundo "real" esta aumentando precisamente estos días. De momento estoy teniendo más desencantos que luminosos reencuentros (el marcador está en 3 a 2).
Me he chocado con la árida y gris pared de la... ¿normalidad? Debe ser... Es dolorosamente, aburridamente y frustrantemente monótona y normal.
Al regresar me he topado con gente a la que le da miedo y/o pereza salirse de las cómodas normas de la normalidad (normas, normalidad... hasta después de escribirlo no me fijé en la relación).
"¿Recorrer medio Burgos andando para ir a un restaurante? Estáis mal de la cabeza." (Ya mal de la cabeza aún sin contar conque hacían -5ºC) "¿Salir a al calle con el frío que hace para verte tras medio año? Suficiente frío pasaré esta noche cuando vaya de fiesta" "No digas bobadas, esas no son horas de quedar" "Pues no me gusto la película, es que... es rara"
¿Es locura todo lo que sale de la normalidad? ¿Es inapropiado si se sale de lo habitual? ¿Es malo si es más tétrico de lo que estás acostumbrado de ver? ¿Es poco serio o infantil solo por querer volar libre negando la lógica un rato?
Gente cerrada a la normalidad. La hay estúpida y desagradable, pero también la hay agradable y encantadora. Estos se merecen mi simpatía y mis mejores deseos, pero yo no me merezco convertir mi tiempo en vacuo por ellos.
Hay conversaciones que te hacen crecer, o levantarte, o incluso volar. Hay otras que simplemente se dedican a dar un par de vacías vueltas a temas triviales al igual que mientras le das vueltas a los cubitos de hielo en tu vaso. Hablas de lo mal que va la economía, pones verde al vecino de turno, criticas al Papa y al político del día, acabas hablando del tiempo y el temporal...
Se pasa una tarde sin que luego permanezca nada provechoso y enriquecedor en tu memoria. Los cubitos de hielo se han derretido, el sabor del refresco se marchó hace rato de tu boca.
Dedicar tardes a personas con las que al final solo pasa eso... un par de veces está bien, pero si ellos han dado ya de sí en toda su normalidad, los encuentros se tornan pasatiempos compartidos, al terminar puedes tachar un día más del calendario, continúa con esos encuentros y da la bienvenida a la rutina.
Quien no ve apropiado aventurarse más allá de los límites de la normalidad, llegado ese límite no dará más de sí, salvo monotonía.

[Al terminar de escribir recordé este artículo que leí hace días y estaba deseando compartir.
No ols olvideis de que hay un botón al final para pasar a la página 2. Merece la pena leerlo, y... obviamente sabeis cuál es mi elección...
Salir con chicas que no leen/Salir con chicas que leen ]
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